Los filósofos son muy egoístas solo hablan para si mismos, y se sienten con el derecho del orgullo de "todos deberían entenderme" y cuando esto no sucede se enajenan, puesto lo que dicen solo aplica con ellos; en cambio los místicos, se hablan para si mismos y en ese momento, cuando el verbo es hacia adentro, se comunican al mundo.
Que lastima porque tengo que esperar ciento ocho vidas más, para alcanzar una braza de verdad, hoy me toca perder.